¿Qué sigue?

Voy a permitirme recomendar un libro que no he leído, el nuevo de Clayton M. Christensen titulado: “Seeing What’s Next“.

A finales de los años 90 se volvió muy popular el libro “The Innovator’s Dilemma”.. Con el ostentoso subtítulo “The Revolutionary Book that Will Change the Way You Do Business” me parecía el tipo de lectura que sólo la nueva generación de improvisados consultores “puntocom” podría encontrar interesante.

Fue hasta que apareció la secuela : “The Innovator’s Solution” que me permití conocer la obra de Christensen y encontré el trabajo de un gran académico que sustenta sus modelos en observaciones hechas durante varios años en múltiples industrias.

Christensen aborda el problema de generar crecimiento a través de nuevos productos para nuevos segmentos de mercado a través de un marco conceptual sencillo y de aplicación general para cualquier industria. Geoffrey Moore es otro gran estudioso del tema, que sin embargo ofrece una visión que tiende a quedar circunscrita al ámbito de la alta tecnología y parece cada vez más obsoleta (Revisar mi artículo “No más tornados“).

Si bien Christensen parece regresar un poco a la mala práctica de los subtítulos ostentosos (esta vez con “Using Theories of Innovation to Predict Industry Change”), estoy seguro que a partir del gran marco de referencia que ofrece su libro anterior, Christensen ofrecerá una herramienta útil para quien, en cualquier industria, tenga que ponderar posibles escenarios futuros en los cotidianos procesos de planeación empresariales. >

La consultora de Christensen, Innosight, publica un blog de donde recomiendo la lectura sobre las posibilidades de éxito de RIM, la empresa que fabrica la Blackberry, contra el iPhone.

Pescados y celulares en India, elefantes blancos y computadoras en Dominicana

The Economist ha sido un ferviente defensor de la telefonía móvil como la forma más adecuada de aprovechar la tecnología en beneficio de regiones marcadas por la pobreza. Una de sus portadas más memorables está dedicada al tema, con el correspondiente análisis que titulaba:

The real digital divide
Encouraging the spread of mobile phones is the most sensible and effective response to the digital divide”

Seguramente fue en función de ello que Robert Jensen eligió ese medio para adelantar los resultados de su más reciente estudio, donde relata la correlación entre la adopción masiva de telefónos celulares y la eficiencia del mercado de pescados en una región del sur de la India.

Al poder llamar a los mercados de poblaciones vecinas luego de lograr la pesca del día, los pescadores tienen la posibilidad de saber de antemano la demanda y los precios de cada mercado donde pueden vender su pescado. De otra forma “se la tienen que jugar”, esperando que al viajar a la población que escojan haya un precio aceptable para el mismo o, en el menos malo de los casos, que al menos exista demanda suficiente que no los obligue a desechar su pesca (una vez hecho el viaje y dado lo rudimentario de sus embarcaciones, no es realista esperar poder viajar a otra ciudad sin que el pescado se pudra).

El estudio demuestra que existe una correlación entre la adopción de teléfonos celulares entre los pescadores y un incremento de sus utilidades de un 8%. Además el precio promedio del pescado bajó un 4%.

Ya en un documento anterior, Jensen defendía que la tecnología, en general, permitía la fácil diseminación de una información esencial para orientar la actividad económica: los precios, esencial mecanismo de coordinación que da incentivos para que los productores enfoquen su actividad sólo en aquello que los consumidores realmente están dispuestos a adquirir.

Por otro lado, la lección para el caso general debiera ser que la infraestructura que logró tales eficiencias en el caso de la India se debe completamente a la inversión privada a través de un modelo de negocios autosustentable. En función de ello, es risible que los esfuerzos de Latinoamérica insistan en abatir los efectos de la pobreza subsidiando programas para el desarollo de Internet. Simplemente es un modelo inadecuado que promueve la tecnología incorrecta.

Basta ver las declaraciones del promotor del NAP Caribe en la República Dominicana. Si en general, subsidiar infraestructura de Internet es una forma poco creativa de tirar dinero a la basura, el caso particular de los NAPs es aún más desastroso (en este working paper doy mis razones para el caso Mexicano).

Cualquier cantidad que el gobierno de Dominicana dedique a financiar el NAP (se sabe que se invertirán $40M de USD y que la empresa operadora ganó un contrato del que ningún medio reporta detalles) habrá sido un desperdicio por estas simples razones:

  • El NAP no va a lograr nada para los Dominicanos que no cuentan con ingresos para comprar una computadora o no tienen acceso a infraestructura de acceso de última milla a Internet.
  • Lo más probable es que el problema de Dominicana sean altos costos de tránsito hacia Estados Unidos y el NAP no va a ofrecer nada en términos de disminuirlos.
  • Se argumenta que ésto generará más divisas para Dominicana al convertirlo en el “hub” de acceso para otros países en la región. Si éste es el caso y el NAP es exitoso en ello (que sí puede serlo), ¿qué necesidad había de financiar la inversión con fondos públicos?

La fibra oscura de Google

Después del anuncio formal del iPhone, parece que el tema de especulación más divertido en la industria es fantasear sobre qué va a hacer Google con las que al parecer han sido cantidades considerables de fibra oscura que ha adquirido en años recientes.

Para aquellos que gustan de la especulación, VoIP news publicó recientemente una lista interesante de iniciativas que Google podría emprender con esos activos.

Pero especular no es la ocupación favorita de este blog, si bien el revuelo que ésto provoca me parece que evidencía temas de mayor impacto para la industria en su conjunto como los siguientes:

  • Es fabuloso que el mercado de redes de Internet esté desregulado. Y que las posibilidades para tantos servicios creativos estén ahí, para que Google u otra empresa las pueda explotar, es una excelente noticia para todos los usuarios de Internet.
  • Las empresas de Internet tienen opciones para no depender de los operadores Telecom. Esto es muy relevante para la discusión sobre neutralidad de la red, que parte de la idea del “oligopolio” que los operadores tienen sobre la arquitectura de Internet. Finalmente la postura oficial de Google es que las rutas de fibra le permiten bajar costos en la interconexíón de sus centros de datos al no depender de los operadores tradicionales.

Por otro lado, a pesar de que no todas las empresas tienen la escala de Google como para poder considerar hacer grandes inversiones en redes de fibra, parece que por más que las empresas de Internet repudien la idea de que los operadores cobren por dar preferencia a ciertos tipos de tráfico, en la práctica hoy YA dedican una buena cantidad de dinero a hacer precisamente eso. Sólo basta ver los últimos resultados de Akamai, empresa que radica su éxito en enfocarse en optimizar la entrega de contenidos.

El “revés” a Telmex en portabilidad

Seguramente que absorber las inversiones en que incurrirá para implantar portabilidad numérica en México (sin posibilidad de recuperarlos con cargo al usuario) no fue el resultado que Telmex estaba deseando.

Sin embargo llama la atención que el hecho de que la portabilidad aplique al mismo tiempo para todos los operadores sea considerado por Reforma como un revés a Telmex. La idea original era que durante seis meses sólo Telmex tuviera la obligación de permitir a sus clientes cambiar de operador conservando su número telefónico. ¿Reforma cree que ésto era una ventaja para Telmex?

Desregular: la verdadera acción no vendrá con la revisión a la Ley Telecom

Olviden las polémicas sobre las Reformas a las Leyes de Telecomunicaciones y de Radio y Televisión del año pasado, dentro del ruido que el tema genera se he perdido una declaración de Eduardo Ruiz Vega (Comisionado de Cofetel) que puede tener un impacto más directo y de corto plazo hacia los usuarios finales que las mismas reformas a la Ley.

Sólo un medio (El Universal) tomó nota de la declaración de Ruiz Vega donde habla de la eventual eliminacion de todos los reglamentos específicos de servicios de telecomunicaciones en una sola reglamentación general y más sencilla.

Los beneficios de tal iniciativa son múltiples:

  • Facilitar la convergencia al no limitar el uso de una red a un servicio en particular
  • Acelerar la entrada de nuevos servicios
  • Agilizar los procesos regulatorios mediante principios de aplicación general

Tomo como ejemplo ilustrativo el caso del servicios de Radio sobre redes celulares (“push to talk over cellular”). El servicio se ofrece sobre redes celulares, pero no existe un reglamento de telefonía celular que sancione como éste y otros servicios se podrían ofrecer. Esta indefinición resultó muy cómoda para la pasada administración de la COFETEL, que bloqueó el lanzamiento que del servicio ya tenían listo los entonces 4 operadores celulares en México, argumentando que para ofrecerlo se requería contar con una concesión específica para el mismo.

Por supuesto, la respuesta no debería ser crear un nuevo reglamento separado cada vez que un desarrollo tecnológico facilite la aparición de un nuevo servicio. El time to market, claramente requiere respuestas más agiles que las que el “time to regulate” generalmente ofrece. Pero ésta iniciativa, si es debidamente ejecutada, será un paso adecuado hacia la desregulación del sector.

En un país donde claramente existe un déficit de infraestructura, no hay mejor incentivo para el desarrollo de ésta que abrir las puerta para que las agentes privados puedan tener un oportuno retorno de inversión, ése es el objetivo de los operadores al buscar brindar más servicios en su red y el origen del gran interés de la industria por los procesos de convergencia; el resultado esperado: más opciones y mejores precios para el usuario.

La propuesta dista mucho de ser la sobresimplificación que, por ejemplo, propone The Progress and Freedom Foundation con su proyecto “Digital Age Communications Act” al sugerir eliminar toda la regulación específica a telecom y reemplazarla con regulación antimonopolio, lo cual además es contrario a las conclusiones de otros estudios (Kerf, Neto, Géradin, 2005) que sugieren un adecuado balance entre ambos tipos de regulaciones como requisito indispensable para incrementar la competitividad del sector.

El futuro de Wi-Max

En el año 2005 y a raíz de una intervención en el III Foro Iberoamericano AHCIET Móvil, hice una encendida defensa acerca de cómo creo que los operadores móviles aún tienen ventajas que les permitirá que su modelo de negocios no se vea tan afectado como lo ha estado el de los operadores fijos.

Recientemente, Analysis.com publicó un artículo llamado “Wi-MAX is dead, long live Wi-MAX” y a priori resulta muy fácil subir al mismo tren declarando la muerte de una tecnología que hasta ahora ha tenido nulo impacto en el mercado.

Hay sin embargo un punto a considerar, recientemente Skype solicitó a la FCC (archivo PDF) que se establezca el derecho de que un usuario de redes celulares pueda usar el dispositivo (teléfono, modem, etc.) que desee sin necesidad de que éste haya sido provisto por el operador del servicio.

Hay que recordar que esta facultad, que hoy es lo más normal en servicios de telefonía fija, no existía hasta 1968 cuando la FCC emitió su decisión sobre el caso Carterfone. Por eso hoy se habla de que Skype está solicitando que se aplican las reglas del caso Carterfone a las redes celulares.

El tema de si esto es conveniente o no para los operadores es grande pero caben dos ejemplos: los operadores pequeños o en países en desarrollo, fomentan la práctica para eliminar una barrera para potenciales nuevos suscriptores; por otro lado, un operador dominante o en un mercado desarrollado busca usar su tamaño para contar con mayores descuentos por volumen o incluso negociar exclusividades (es el caso de Cingular/AT&T con el iPhone y de Telcel en México durante el primer año de la Blackberry en el país).

Es muy probable que pasen varios años antes de que la FCC tome una decisión tan radical como lo fue en su momento la relacionada al Carterfone. En aquellos años el problema era el poder de un proveedor monopólico del servicio y del equipo, a diferencia de hoy cuando el usuario puede comprar equipo de múltiples proveedores a través de múltiples operadores y si bien el usuario no tiene opción más que adquirir los equipos que el operador decida ofrecer, se beneficia al adquirir equipos sin costo o con subsidios.

Pero regresando al tema de Wi-Max, el gran éxito de la tecnología seguro que no se deberá a sus ventajas prometidas en mayores anchos de banda y grandes extensiones de cobertura (que son debatibles) y para las que será difícil vencer la inercia de la masa crítica de usuarios de servicios celulares 3G y posteriores que ya se viene acumulando desde hace unos años.

El éxito de Wi-Max puede radicar en ser una tecnología que desde su concepción está abierta para que el usuario elija los equipos que desee para conectarse a la red. Así está diseñada técnicamente, falta ver que el modelo de negocios que involucre fabricantes de terminales y operadores quede integrado de la misma forma (es de esperarse, es el mismo modelo en el que Intel fundó su éxito en el mercado del cómputo personal). Si es el caso, Wi-Max ofrecerá una propuesta de valor única, no disponible en ningún servicio celular (hasta hoy).

La voz sobre Internet nació muy poco después de la popularización del Web browser y para 1999 representaba menos del 0.5% del tráfico de Larga Distancia internacional, esto según una estadística que cito de memoria y que en ese año declaraba “la muerte de la Voz sobre IP”.

Cómo NO hacer dinero vendiendo QoS

Andrew Odlyzko es probablemente el investigador que más seriamente ha abordado la posibilidad de aplicar esquemas de cobro diferenciado (en función del tipo y volumen de tráfico transmitido) en servicios de acceso a Internet .

En 2004 hizo una revisión historica (archivo PDF) a varios casos en la industria del transporte (otra industria con efectos de red) resaltando la importancia que para su desarrollo tuvo la adopción de esquemas de cobros diferenciados. En función de ello es que Odlyzko entiende el interés de las empresas de telecomunicaciones por generar más ingresos con esquemas similares basados en calidad de servicio (QoS), sin embargo concluía que la Internet era especial y que los antecedentes de la industria del transporte podían servir de poco para explicar el futuro de la red.

Hace un par de meses Odlyzko publicó un nuevo paper (Archivo PDF) con David Levinson donde abunda en el tema preguntándose si implantar esquemas más detallados de cobro puede implicar costos más grandes que los posibles ingresos asociados.

El tema es relevante para la cada vez más acalorada discusión sobre neutralidad de la red. Que los operadores establezcan cobros diferenciados ¿es algo que podría acabar con la red como hoy la conocemos o simplemente una mala decisión de negocios que los operadores terminarían abandonando?.

Personalmente soy de la idea de que cualquier intento por generar más utilidades de los servicios básicos de acceso será insignificante respecto a la tendencia a largo plazo de reducción de los precios.