Las verdaderas intenciones de Google

¿Qué busca Google en el sector de las telecomunicaciones móviles?

Por lo que se lee en la prensa, se puede suponer que Google quiere probablemente alguna o todas las siguientes cosas:

  • lanzar un teléfono
  • lanzar una plataforma/sistema operativo para cualquier teléfono fabricado por terceros
  • “liberar a los usuarios” de la opresión ejercida por las tres grandes operadoras celulares en los Estados Unidos (AT&T, Verizon y Sprint)
  • Me enfoco en el último punto. En una carta a la FCC Google solicitó que la próxima licitación de espectro en la banda de 700Mhz cumpla con cuatro condiciones a las que Google refiere como:

  • “Open applications” – el derecho del usuario de descargar y usar cualquier aplicación
  • “Open devices” – el derecho del usuario de conectar el dispositivo que desee a la red
  • “Open services” – la obligación del titular del espectro de rentar capacidad a terceros (operadores virtuales – MVNOs)
  • “Open networks” – la obligación de ofrecer interconexión a proveedores terceros
  • Hace cuatro años escribí un artículo llamado “Los nuevos derechos del usuario de telecomunicaciones” donde apoyaba, entre otras, las dos primeras ideas dentro del objetivo último de reconocer el “Derecho del usuario a poder explotar su servicio de red enteramente a su conveniencia”.

    Pareciera entonces que comparto la misma visión de Google sobre el futuro de los servicios de telecomunicaciones. Desafortunadamente no es el caso y, como en todo debate que involucre una visión de futuro para el mercado en su conjunto, los detalles hacen una gran diferencia.

    La principal crítica que hago a la noble labor que ha emprendido Google para “promover la innovación e incrementar las opciones a los consumidores” es que está incompleta pues no debe incluir sólo los dispositivos y las aplicaciones sino también la plataforma (e.g. sistema operativo) de su terminal. Específicamente mi propuesta dice:

    4. El usuario tendrá libertad absoluta para elegir los componentes de software de su terminal (sistema operativo, plataforma de aplicaciones y aplicaciones en sí).

    Al plantear esa lista de derechos, busque definir un ideal que buscara guiar la labor del regulador que enfrenta la labor de regular las redes y servicios basados en tecnología de nueva generación. Pero no soy ingenuo, un ideal es solo eso y un buen diseño de política pública es siempre algo susceptible de ser mejorado, algo que busca el mejor de los escenarios posibles, no necesariamente el mejor escenario deseable (el ideal).

    En el mundo real, la libertad que hoy tiene el usuario para instalar, descargar y usar la aplicación que desee, en la PC que decida comprar con el proveedor de Internet de su preferencia. Pero tantas libertades tienen un costo y este se da en la forma de las limitadas opciones que el usuario tiene en la plataforma básica (sistema operativo) e incluso en algunas aplicaciones: aún con distintos sistemas operativos, la vida es más fácil para los usuarios que usan y comparten archivos en formato de Microsoft Office y un dolor indescriptible para los que optaran (teóricamente) por no hacerlo.

    Finalmente, ¿qué desea Google?. Estoy convencido de que la empresa realmente quiere que los usuarios tengan más opciones de servicios, aplicaciones y dispositivos móviles; sólo que nadie ha reparado en el costo implícito: Google busca monopolizar el diseño de la arquitectura de los nuevos dispositivos de la misma forma como Intel y Microsoft hoy lo hacen con las PCs.

    Es posible que el costo de tener una plataforma de Google en todos o la mayoría de los teléfonos móviles sea menor que los beneficios de contar con diversidad de dispositivos y aplicaciones compatibles, pero hoy no tendríamos forma de saberlo.

    Sí podemos, sin embargo, saber cuál es el costo en el caso de las plataformas de cómputo. Es antigua la crítica de que una empresa debe de comprar equipos con prácticamente el mismo poder de cómputo para una asistente que sólo escribirá cartas en Word que para un analista financiero que hará demandantes cálculos en Excel. En ambos casos, también será más práctico comprar una licencia completa de Microsoft Office a ambos usuarios, independientemente de que no usen todas las aplicaciones adquiridas.

    Si Google busca definir el estándar para aplicaciones y dispositivos móviles de nueva generación, adelante y ojalá que, si su propuesta ofrece valor a los actores de mercado involucrados (usuarios y operadores), la empresa sea exitosa en ello. Pero debemos ser claros en los costos asociados a este escenario, de la misma forma como debemos esperar que Google o cualquier otra empresa, triunfe en el mercado abierto y no buscando diseñar regulación a la medida.

    Nota final: se puede argumentar que el de Intel no es monopolio sino un oligopolio con AMD en el mercado de microprocesadores. Por eso anoté “monopolizar el diseño”. AMD estaría muerta sino diseñara chips que fueran 100% compatibles con la arquitectura dictada por Intel.