Precios del servicio de telefonía móvil : ¿tarifas planas o penetración del servicio?

Estamos a menos de un año de que se cumplan 10 de la introducción de una de las medidas regulatorias más exitosas en el mercado de las telecomunicaciones en México: la modalidad “el que llama paga” en el servicio de telefonía móvil.

Fue a partir de esa medida y por su permanencia durante estos años, que una gran mayoría de la población mexicana ha podido acceder por primera vez a servicios de telefonía e incluso, más recientemente, también a servicios de acceso a Internet.

Con 15 millones de líneas residenciales, sólo el 55% de los hogares mexicanos cuentan con una línea de telefonía fija, mientras ya estamos cada vez más cerca de contar con 80 millones de teléfonos móviles en el país, los cuales son mayoritariamente usados por consumidores (personas comunes como usted y como yo) más que por instituciones (empresas, organismos de gobierno) donde la penetración del servicio se ha mantenido en cifras de un dígito.

La firma Analysys Mason en su reporte “¿Qué parte paga? : el impacto en los mercados móviles” es tajante al definir la entrada de la modalidad “el que llama paga” como la responsable de que algunos países tengan mayor penetración que otros. El estudio comenta que al hacer posible contar con un teléfono de prepago para usarlo primordialmente para llamadas entrantes, que son gratuitas, los países Europeos cuentan con más 1 línea móvil por habitante (España 105% de penetración y 120% para el Reino Unido), comparado con penetraciones del 50% para Canadá y 75% para Estados Unidos, ambos países que no cuentan con la modalidad “el que llama paga”.

Por otro lado, los usuarios de Estados Unidos y Canadá al sacrificar la penetración del servicio, gozan de planes tarifarios ilimitados económicos que son poco comunes en sus contrapartes europeas o latinoamericanas. En el caso latinoamericano, donde prácticamente todos los países optaron por “el que llama paga” es obvio que la decisión de la autoridad se enfocó en renunciar a ese beneficio para los usuarios de alto uso en planes de contrato (menos del 10% de los usuarios totales) a favor de que más usuarios tuvieran la posibilidad de contar con un teléfono.

En ese sentido, cobra vital importancia que el regulador genere los mecanismos para determinar una tarifa de interconexión que permita la viabilidad del servicio así como su asequibilidad para una mayor parte de la población. A partir de un reporte de JP Morgan (Brazilian Mobile : The Interconnection Liability, 14 de diciembre de 2007, que destaca las altísimas tarifas de interconexión para “el que llama paga” en Brasil) se puede estimar que en promedio, las tarifas de interconexión mexicanas en el año 2007 eran: 45% más económicas que las brasileñas, 10% más bajas que las de un promedio de los países de la Unión Europea y 23% más caras que las de Argentina.

Este último dato no es para genera preocupación, pues la reducción en la tarifa de interconexión, que fue previamente programada para el primer día de enero de 2008, nos coloca apenas 10% arriba del nivel de Argentina en este año y probablemente (contingente a que el regulador argentino no reduzca sus tarifas) en 2009 estaremos a la par con la reducción adicional programada para entonces.

En años recientes, la autoridad mexicana se ha preocupado por mantener los beneficios de “el que llama paga” (mayor teledensidad al favorecer la difusión de planes de prepago) sin dejar de crear incentivos para la productividad de los operadores que se traduzcan en mejores precios al usuario (reducción gradual de la tarifa de interconexión). Ambas acciones, han sido clave para lograr la meta de que más mexicanos se mantengan comunicados.

Red social del WSJ

He sido suscriptor de WSJ.com durante más de 12 años y el día de hoy fui testigo del lanzamiento del primer rediseño mayor del sitio desde que fue lanzado.

Un elemento del que se había comentado bastante eran las funcionalidades Web 2.0 / Redes sociales que la nueva versión del sitio incluía. Con gusto di de alta mi perfil incluyendo en mis intereses textos como: Telecomunications Industry, Technology Industry, etc.

WSJ.com me contestó con esto:

Carlos Silva Ponce de Leon’s Groups

o Mobile Technology

o Information Technology

o In A Suffering Industry

o Global Telecommunications

Yo creía que los peores momentos de esta industria ya estaban atrás, pero queda claro que la percepción de mucha gente no es la misma.

Larga vida a todos los sabores de 3G

Ante la pregunta de cuál será la o las tecnologías dominantes para servicios inalámbricos de Cuarta Generación, en los últimos 18 meses hemos pasado de una total indefinición hacia una perspectiva aún difusa pero donde se comienzan a delinear algunas posibilidades concretas.

RIP UMB

Ha sido muy útil el anuncio de los dos grandes operadores CDMA de Estados Unidos en función de decidir por LTE (Verizon) y WiMax (Sprint), pues se confirma lo que la industria ya sospechaba desde hace tiempo: que ningún operador este deseoso de perpetuar el modelo de licencia de las tecnologías 100% propietarias de Qualcomm, como ha sido el caso de CDMA1x.

En el caso de 4G, pareciera entonces que en un juego que arranco con tres eventuales jugadores (WiMax, LTE y UMB) al menos uno (UMB) ya está muerto antes de nacer. UMB no puede ser visto como la evolución tecnológica natural de CDMA como proponen sus defensores, pues al estar basado en OFDM, es más similar a WiMax y LTE que a cualquier tecnología anterior. Lo que sí es UMB es precisamente la continuación natural de un modelo de licenciamiento donde Qualcomm es el dueño único del balón y del que los operadores no quieren saber nada más.

WiMax por mucho tiempo será una opción de 3G, no de 4G

Más allá de las grandes promesas de WiMax por anchos de banda espectaculares, la realidad es que los productos disponibles hoy de WiMax móvil son inferiores a cualquier cosa 3G. Los grandes anchos de banda prometidos son contingentes a dos cosas para las cuales no se espera un cambio radical en al menos los próximos dieciocho meses (y mientras dieciocho meses parecieran muy poca cosa, ese tiempo se debe sumar al que ha transcurrido desde el año 2003 cuando que WiMax apareció como promesa):

1) Excepto tal vez por los Estados Unidos, que en 2009 estará finalmente asignando el espectro subastado en la banda de 700MHz, de manera general, los operadores del mundo difícilmente tienen los 10 o 15 MHz de ancho de banda contiguo que WiMax requiere para tener un desempeño “superior” a las alternativas actuales.

2) Afirmar que habrá mayor demanda de ancho de banda siempre será una apuesta segura en esta industria, si bien esto no resuelve el problema de que no existe hoy una solución técnica y económicamente escalable para hacer “backhaul” a radiobases con varios cientos de Megabits por segundo de ancho de banda agregado (esto último también es una limitante que en el corto plazo no hará posible el despliegue de LTE).

¿Cuál es la prisa para 4G?

Sin una necesidad inmediata para la 4G y enfrentando ésta aún tantas barreras para su adopción, sólo le queda a la empresa que domina el núcleo de las tecnologías 3G (Qualcomm) el no cometer errores graves en los siguientes años para agotar a Intel en su defensa de WiMax como intento por penetrar el mercado de la infraestructura de telecomunicaciones inalámbricas.

Hoy más que nunca se insiste en los beneficios para migrar a eventuales mejoras incrementales de 3G (EV-DO Rev B, HSPA+), como una manera de dar certidumbre a las inversiones de los operadores. Tal preocupación parecería contraria al deseo de cualquier proveedor de tecnología por hacer que sus clientes frecuentemente reemplacen la totalidad de sus plataformas por productos nuevos, sin embargo, Qualcomm tiene mucho que ganar si sus clientes tardan más en buscar alternativas, pues si Qualcomm logra retrasar este proceso lo suficiente, para cuando los operadores busquen a WiMax, ésta probablemente ya habrá desaparecido del mapa.