A partir de las reportadas infiltraciones de seguridad en los sistemas del gobierno de los Estados Unidos, al menos un medio mexicano sonó la señal de la alarma:
- El Director Nacional de Inteligencia reportó ante el Congreso que los robos de propiedad intelectual y de información durante 2008 ascienden a un billón de dólares.
- La red china de ciberespionaje, GhostNet, se infiltró a 1,295 computadoras pertenecientes a embajadas, ministros extranjeros y oficiales gubernamentales en 103 países.
- De acuerdo con Rafal Rohozinski, director de The SecDev Group, expuso que la red GhostNet era sólo una de siete redes de ciberespionaje descubiertas.
- 70% de las computadoras en China ha sido infectado con botnets, lo cual significa que los hackers pueden obtener el control total de la computadora sin el conocimiento del usuario; quiere decir también que los hackers pueden usar esas computadoras “zombi” durante ataques cibernéticos.
Días antes The Economist ofreció un interesante ángulo político al tema:
In February Barack Obama launched a review of America’s cyber-security efforts. The findings are expected to influence how funds are allocated and the relative balance of power between the various agencies. Frantic jockeying for position may explain the recent scare stories, and their curious lack of detail.
So do not be surprised if cyber-security miraculously seems to improve once Mr Obama decides how to divide up the money and the power. But that is no excuse for frightening everybody, nor for making an already murky subject much murkier. The agencies involved need to focus on improving security, not playing politics and spreading scare stories.
En el pasado he criticado como organismos como ITU han abusado de la preocupación por temas de seguridad informática como arma política. Será importante vigilar que los esfuerzos futuros en estos temas (más dada la necesidad de que sean abordados multilateralmente) se guíen principalmente por la necesidad de evitar riesgos que son reales y no por el interés de actores por crear pánicos a su conveniencia.