SMS y Alertas sísmicas

El Universal publicó ayer en su versión en línea una nota informando acerca del uso que se dará al sistema de mensajes cortos (SMS) en el estado de Sinaloa para que Protección Civil alerte a la población sobre sismos.

Es notable lo bien intencionado de la iniciativa, si bien se deben de tener las expectativas adecuadas de un sistema que está diseñado (como todas las redes de comunicaciones) asumiendo que en ningún momento todos o una gran parte de los usuarios requerirán usarlo simultáneamente.

Es oportuno revisar además la opinión de Andrew Seybold sobre el uso generalizado del sistema para envío de alertas a la población. Es especialmente ilustrativa su explicación de por qué no funcionó la idea de Barack Obama de dar vía SMS la primicia de quén sería su candidato a Vicepresidente a su base de seguidores más fieles:

“The more [short messages] you send, the less likely people are to receive them in a timely manner. Each intended recipient’s cell phone has its own phone number so each message must be sent individually -SMS messages are sent sequentially, one number at a time. In the case of Obama’s text message, networks were clogged with SMS traffic that had to wait its turn.”

La mal enfocada iniciativa da pie a hacer una reflexión adicional: qué mala idea cobrar impuestos especiales a servicios que son percibidos como ideales para usos de tan alto impacto social.

SCT y su decisión de no renovar concesiones

Reforma el día de hoy me cita sobre la decisión de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte de recuperar los 190 megahertz (MHz) que tiene MVS en las bandas de 2.5 y 2.7 gigahertz (GHz):

“Es un paso positivo en la política pública que el Estado sea más asertivo en asignar el espectro a aquellas empresas que verdaderamente tengan planes para explotarlo y retirarlo a aquellas que no le hayan dado mayor uso”, comentó Carlos Silva, analista del sector.

El resto de la nota lamenta que a pesar de lo anterior, tal espectro difícilmente estará disponible en el corto plazo. Esto es lamentable, si bien con una perspectiva más amplia soy un poco escéptico sobre el impacto total que tal espectro tendría en la penetración de banda ancha para el país.

Reasignado ese espectro sería posible reutilizarlo para tecnologías de acceso inalámbrico fijo (en ninguna parte del mundo están probados despliegues de buena escala para acceso móvil en esa banda), siendo
una de ellas WiMax.

Sin embargo, no hay que perder de vista que la contribución del acceso inalámbrico fijo a la teledensidad fija en todo el mundo es muy marginal, siendo el acceso alámbrico (sea par de cobre, coaxial de cableros o fibra) la verdadera ruta con la que las economías desarrolladas han logrado incrementos en productividad de sus economías.

El espectro puede tener un rol social interesante para llevar el acceso a comunidades suburbanas pero, sin detrimento del mérito que tiene la acción del gobierno, no es algo que vaya a transformar el panorama de las telecomuniaciones de México.

B3Forum

Durante el B3Forum estaré presente en el Taller de Estrategias Telecom ITAM-CIU el martes 23 de Febrero,

Adicionalmente daré una plática el miércoles 24 y estaré ese mismo día moderando varias otras mesas.

No es WiMax

Hace casi 18 meses que escribí una nota donde argumentaba que la mejor estrategia de Qualcomm contra WiMax era prácticamente no hacer nada:

Sin una necesidad inmediata para la 4G y enfrentando ésta aún tantas barreras para su adopción, sólo le queda a la empresa que domina el núcleo de las tecnologías 3G (Qualcomm) el no cometer errores graves en los siguientes años para agotar a Intel en su defensa de WiMax como intento por penetrar el mercado de la infraestructura de telecomunicaciones inalámbricas.

Esta semana la firma In-Stat llegó a la misma conclusión:

While WiMax appeared to be a competitor for 4G early on, that battle is now largely resolved.  LTE’s deployment will primarily be impeded by the success of 3G networks and HSPA and HSPA+ networks as mobile operators seek to leverage their installed infrastructure.

Se me ocurren ante estos hechos muchas preguntas sobre si la literatura existente sobre regulación anti-monopolios o anti dominancia de mercado ofrece algo sobre el tema. Me parece que aún no. El hecho de que Qualcomm sea sólo parcialmente propietario de las tecnologías que son la base de 3G, entre otras cosas, complica un análisis apegado a los libros de texto.

La Larga Distancia en México

El Universal me citó ayer en una oportuna nota sobre la lenta muerte de la Larga Distancia en México (lenta respecto a cuán rápido el cobro de ese servicio ha desaparecido en otros lugares del mundo):

Carlos Silva, miembro del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET), dijo que la tendencia global es que la larga distancia no sea un servicio en sí mismo, sino un insumo para otros servicios. Para lograrlo, es necesario que se eliminen las barreras artificiales que se han impuesto, como la restricción a que otros operadores compitan en ciertas áreas de servicio.

La nota hace referencia a la pretendida y previamente abortada intención de COFETEL de fusionar varias áreas de servicio local para eliminar entre ellas los cobros de Larga Distancia.

COFETEL desde su fundación y desde el inicio de la competencia en telecoms en nuestro país, repetidamente ha realizado procesos similares que son una mejora marginal para el grueso de los usuarios y la industria, pero de altísimo impacto para el desarrollo económico y social de las poblaciones involucradas. Este proceso debe continuar, independientemente de su impacto para jugadores particulares en la industria.

Midiendo el retraso de las licitaciones

Transcurrieron nada más 646 días entre el momento en que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y COFETEL anunciaron el programa de licitación de frecuencias y la publicación de las bases de la licitación de sólo 2 de las cuatro bandas anunciadas originalmente (siendo justos las dos bandas más demandadas por la industria serán las licitadas).

De acuerdo al calendario publicado por COFETEL se puede estimar que los títulos de concesión a operadores ganadores se entregarán en algún momento entre julio y agosto de 2010. Si algún nuevo operador entra al mercado como resultado del proceso, es de esperarse que comenzará a ofrecer sus servicios en el álgún momento a la mitad del 2011, es decir, al menos tres años y medio después de que el proceso fuera anunciado.

Para los operadores establecidos resultará más fácil y rápido aprovechar cualquier nueva concesión que ganen. De cualquier forma, toda inversión derivada de las licitaciones por operadores nuevos o establecidos iniciará a mediados de este año, cuando la recuperación económica en Estados Unidos y por consiguiente en México, esté a toda marcha y difícilmente las licitaciones habrían servido para suavizar los efectos de corto plazo del ciclo económico.

Con todo, el arranque formal de las licitaciones es algo que hay que celebrar. Es incluso muy fácil que la autoridad nos de más razones para el festejo simplemente anunciado iniciativas para acelerar el proceso de migración a la TV Digital Terrestre, programado para el 2021, que liberaría valioso espectro para servicios móviles y de banda ancha. Si bien 2021 parece lejano, la historia reciente nos dice que nunca es demasiado temprano para iniciar.

El peor escenario de política pública para las telecomunicaciones en México

Apenas recientemente descubrí esta nota donde Milenio Diario me cita:

Para Silva, el reglamento no debe frenar las licitaciones, ya que esos procesos han sido muy esperados por toda la industria, y no se perderá la oportunidad de contar con un poco más de espectro

Esta cita es de hace casi 8 meses. A pesar de que el país está desesperado por implantar medidas anticíclicas para reactivar la economía y de la urgencia que varios operadores tienen para invertir para expandir y actualizar sus redes, no hay nada de que ofrezca esperanza alguna para que las licitaciones se lleven a cabo en los pocos meses que quedan del año. Otra oportunidad para que el Estado fomente la inversión, la licitación de hilos de fibra óptica oscura de la Comisión Federal de Electricidad para su uso en servicios de redes Telecom no parece tener mejor suerte.

Ambas oportunidades, a diferencia de otros incentivos como los subsidios o los incrementos innecesarios al gasto público, no costarían dinero al Estado. Mejor aún ahora que éste está falto de recursos, tales licitaciones, aún cuando éste no es ni debe ser su objetivo primario, tienen un componente recaudatorio pues involucran significativos pagos de derechos por parte de los concesionarios ganadores.

Contraponiéndose además, a otras medida populares entre el sector privado de todo el mundo en tiempos de crisis (aranceles, exenciones y otras formas anticompetitivas de favorecer en el corto plazo a los sectores productivos), las licitaciones pendientes generarán en el mediano y largo plazo beneficios a los consumidores en forma de más competencia, más servicios y mejores tarifas.

Tener paradas estas licitaciones, entonces, es gravísimo en sí mismo y aún más dado el grave período recesivo (el peor desde la Gran Depresión) que vive el país este año.

Agregar entonces a este escenario la idea de gravar de forma especial los servicios de telecomunicaciones es francamente el peor escenario posible de política pública (y no tenemos de por sí un buen historial en el tema) que el Gobierno Federal podría plantear para un sector estratégico para la competitividad del país y el bienestar de toda su población.

The Competitive Intelligence Unit recientemente publicó un estudio donde demuestra cómo la elasticidad precio (qué tan sensible es la demanda a cambios de precios) de las telecomunicaciones se da en niveles diferenciados de acuerdo al segmento socioeconómico que hablemos. Respaldando con datos duros algo que podemos intuir, el estudio confirma que los segmentos de más bajos recursos son más proclives a limitar su consumo ante variaciones de precio mientras los segmentos más acomodados pueden continúar como si poco o nada hubiera pasado.

Un impuesto especial a las telecomunicaciones, entonces,  es una forma de que las clases más acomodadas de México mantengan su nivel de vida mientras las clases más bajas lo empeoren, especialmente en su capacidad de acceso a herramientas que pueden ayudarles a aspirar a mejores oportunidades.

Limitar las posibilidades de inversión mientras se limita la demanda de los sectores más favorecidos (aquellos que representan la última oportunidad de crecimiento del sector y que más requieren el acceso para salir de la pobreza) en medio de la peor recesión que vive el país en tiempos recientes es precisamente todo lo que no esperamos ni necesitamos por parte del Estado.

Entrevista en Revista RED – precisiones sobre precios y tarifas

Recientemente descubro el extenso artículo que la Revista Red dedicó al tema de los precios en México a partir de una entrevista que me realizó hace varios meses su autora, María Elena Alcántara.

Además de otros temas ya comentados varias veces en este blog destaco una precisión adicional sobre mi previamente expuesta tesis de que los precios son más económicos que los compartivos de la OCDE podrían sugerir:

Lo que sí es un hecho es que en nuestro país, los usuarios que más usan el servicio telefónico, pagan más respecto a los clientes de otros países. Esto se justifica por la distribución de la riqueza en México. De esta manera el operador tiene que dar un servicio demasiado barato al usuario de menor poder adquisitivo y relativamente más caro a quien tiene mayor ingreso. “Si haces muchas llamadas de larga distancia o si haces uso de muchos datos, lo más seguro es que tu servicio no se vea muy barato con respecto a lo que podrías pagar en otras partes del mundo”.

Adicionalmente, sobre las tarifas del servicio “el que llama paga”:

“…en la resolución ‘el que llama-paga’ de 1999 se establecieron tarifas efectivas durante seis meses, posteriormente a esa fecha se debió realizar una segunda revisión; pero no la hubo y estas tarifas se mantuvieron vigentes por 6 años. En 2004 se fijaron reducciones graduales del 10% cada año en ‘el que llama-paga’, lo cual tiene dos beneficios:

  • Al anunciar cuál sería la tarifa para los siguientes 3 a 5 años, automáticamente se genera certeza en el operador, principalmente en sus inversiones sabiendo cómo se comportará el futuro, respecto a los ingresos que va a tener.
  • Genera un incentivo al operador para que sea más eficiente y productivo año con año.

En este esquema vamos en una ruta del 10% gradual, lo cual va a colocar la tarifa de interconexión a un peso para el año 2010. Después de esa fecha no se tiene programado ningún panorama, algo que genera incertidumbre en la industria.

A solo unos meses de que se aplique la última reducción programada de tal tarifa, es una pena que la autoridad no haya intervenido en determinar reducciones adicionales que traigan los beneficios mencionados.

La TV Digital y la Suprema Corte de Justicia

El día de ayer Milenio Diario me citó respecto a la posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia atraiga el caso del servicio HiTV.

Para Carlos Silva, secretario del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET), el problema va aun más allá, pues incluso en la misma política de transición hacia la Tv digital, México a diferencia de otros países, no tiene definido el motivo por el cual quiere emigrar a ella.

“El problema para la Corte es que nunca ha quedado definido por qué se quiere emigrar hacia la TV Digital, en España por ejemplo fue la necesidad de tener mas canales, en Estados Unidos por más servicios y más banda ancha, pero en México sólo se indica que por un mayor uso de las tecnologías”, dijo.

Me parece que en México estamos esperando demasiado de la Suprema Corte para resolver temas con tanto detalle técnico y que terminan ahí por no haber sido tratados correctamente previamente en las definiciones de política pública, regulación y, por supuesto, legislación.

La Política de Televisión Digital Terrestre (TDT) no establece un objetivo claro para realizar esta transición (lo cual previamente he comentado) que guíe acciones regulatorias o que sirva de precedente a la corte; el regulador, Cofetel, siempre encontrará descanso en las pocas facultades que la Ley le otorga para regular y sancionar y la legislación además de ofrecer poco detalle en el tema, enfrenta un futuro lleno de proyectos de Reforma a la Ley que generalmente ofrecen pocos detalles (de cualquier tipo, pero particularmente técnico) más allá de ser joyas de poesía legislativa que defienden generalidades como la Pluralidad, la Democracia, la Equidad de acceso a los medios y la defensa a causas políticamente correctas como las llamadas radio comunitarias.

La misma Corte, al opinar sobre la Reforma a la Ley de Telecomunicaciones de 2005 hizo poco en aclarar el proceso de otorgamiento y refrendo de concesiones, por lo que no podemos esperar que estos conflictos se resuelvan de tajo con una nueva intervención.

En mi opinión, servicios como HiTV son ilegales, si bien debo reconocer que el marco jurídico ofrece argumentos plausibles para que sus defensores opinen lo contrario. Desafortunadamente la Corte encontrará pocos fundamentos para de manera clara y definitiva darle la razón a una u otra parte.

De nuevo, las licitaciones que no llegan

Reforma me citó el pasado 12 de agosto de nuevo sobre el tema.

Se trata, señaló Carlos Silva, especialista en Telecomunicaciones, de un par de procesos vitales para el sector y más que tener retrasos de acuerdo a los tiempos establecidos por la autoridad, cada día que se posterguen generan un retraso al País, con respecto a las otras economías del mundo, que ya están avanzando en el tema.

A pesar de la importancia, pronto se cumplirán 3 años de retraso de tan vital proceso.