Hace casi 18 meses que escribí una nota donde argumentaba que la mejor estrategia de Qualcomm contra WiMax era prácticamente no hacer nada:
Sin una necesidad inmediata para la 4G y enfrentando ésta aún tantas barreras para su adopción, sólo le queda a la empresa que domina el núcleo de las tecnologías 3G (Qualcomm) el no cometer errores graves en los siguientes años para agotar a Intel en su defensa de WiMax como intento por penetrar el mercado de la infraestructura de telecomunicaciones inalámbricas.
Esta semana la firma In-Stat llegó a la misma conclusión:
While WiMax appeared to be a competitor for 4G early on, that battle is now largely resolved. LTE’s deployment will primarily be impeded by the success of 3G networks and HSPA and HSPA+ networks as mobile operators seek to leverage their installed infrastructure.
Se me ocurren ante estos hechos muchas preguntas sobre si la literatura existente sobre regulación anti-monopolios o anti dominancia de mercado ofrece algo sobre el tema. Me parece que aún no. El hecho de que Qualcomm sea sólo parcialmente propietario de las tecnologías que son la base de 3G, entre otras cosas, complica un análisis apegado a los libros de texto.