SCT y su decisión de no renovar concesiones

Reforma el día de hoy me cita sobre la decisión de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte de recuperar los 190 megahertz (MHz) que tiene MVS en las bandas de 2.5 y 2.7 gigahertz (GHz):

“Es un paso positivo en la política pública que el Estado sea más asertivo en asignar el espectro a aquellas empresas que verdaderamente tengan planes para explotarlo y retirarlo a aquellas que no le hayan dado mayor uso”, comentó Carlos Silva, analista del sector.

El resto de la nota lamenta que a pesar de lo anterior, tal espectro difícilmente estará disponible en el corto plazo. Esto es lamentable, si bien con una perspectiva más amplia soy un poco escéptico sobre el impacto total que tal espectro tendría en la penetración de banda ancha para el país.

Reasignado ese espectro sería posible reutilizarlo para tecnologías de acceso inalámbrico fijo (en ninguna parte del mundo están probados despliegues de buena escala para acceso móvil en esa banda), siendo
una de ellas WiMax.

Sin embargo, no hay que perder de vista que la contribución del acceso inalámbrico fijo a la teledensidad fija en todo el mundo es muy marginal, siendo el acceso alámbrico (sea par de cobre, coaxial de cableros o fibra) la verdadera ruta con la que las economías desarrolladas han logrado incrementos en productividad de sus economías.

El espectro puede tener un rol social interesante para llevar el acceso a comunidades suburbanas pero, sin detrimento del mérito que tiene la acción del gobierno, no es algo que vaya a transformar el panorama de las telecomuniaciones de México.

No es WiMax

Hace casi 18 meses que escribí una nota donde argumentaba que la mejor estrategia de Qualcomm contra WiMax era prácticamente no hacer nada:

Sin una necesidad inmediata para la 4G y enfrentando ésta aún tantas barreras para su adopción, sólo le queda a la empresa que domina el núcleo de las tecnologías 3G (Qualcomm) el no cometer errores graves en los siguientes años para agotar a Intel en su defensa de WiMax como intento por penetrar el mercado de la infraestructura de telecomunicaciones inalámbricas.

Esta semana la firma In-Stat llegó a la misma conclusión:

While WiMax appeared to be a competitor for 4G early on, that battle is now largely resolved.  LTE’s deployment will primarily be impeded by the success of 3G networks and HSPA and HSPA+ networks as mobile operators seek to leverage their installed infrastructure.

Se me ocurren ante estos hechos muchas preguntas sobre si la literatura existente sobre regulación anti-monopolios o anti dominancia de mercado ofrece algo sobre el tema. Me parece que aún no. El hecho de que Qualcomm sea sólo parcialmente propietario de las tecnologías que son la base de 3G, entre otras cosas, complica un análisis apegado a los libros de texto.