Envidia – Los 7 pecados capitales al diseñar una app

15160699865_3ff08f9e9f_bEnvidia – ¿Por qué yo no?

 

Un signo de nuestro tiempo es, sin duda, la abundancia de datos. Pero ante tal abundancia, es muy frecuente de carecer del contexto necesario para poder analizar y utilizar tantos datos y que ellos verdaderamente nos informen y nos ayuden a tomar decisiones. El peligro entonces es poder ser víctima fácil de lo que comúnmente se conoce como mentir con la verdad.

Revisemos dos datos:

  1. La firma Statcounter reporta que la navegación web desde móviles se ha incrementado dramáticamente. De representar el 10% del tráfico total en 2012, a finales de 2016 representará casi el 40% de todo el tráfico web en el mundo.
  2. De acuerdo a un reporte de Nielsen, el tiempo que el consumidor promedio pasa usando apps en dispositivos móviles (tabletas y smartphones) supera en promedio unas diez veces su tiempo de navegación web en los mismos dispositivos.

 

Si leemos solo el primer dato podríamos erróneamente concluir que Si leemos que la única estrategia importante que debe seguir una marca es contar con un sitio web amigable para móviles. Si añadimos el contexto del segundo dato, concluiríamos que, con todo y su crecimiento reciente, la web móvil es insignificante y deberíamos enfocar los esfuerzos de una marca al crear apps.  

Pero se requiere un tercer dato para tener el contexto completo que permite entender el comportamiento del usuario móvil promedio en la actualidad. Este dato fue presentado con bastante tino en un estudio de Forrester Research en 2005: El 85% de todo el tiempo que usamos smartphones lo dedicamos a usar app, pero el 84% se lo dedicamos sólo a 5 apps, ¿cuáles? Principalmente las de dos empresas, primero Facebook (Facebook, Facebook Messenger, Whatsapp o Instagram) y Google (YouTube destacándose entre las decenas que la empresa ofrece).  

 

¡Cuánta envidia produce el éxito de Facebook!

Ya con la foto completa, podemos concluir atinadamente que usamos nuestros teléfonos para utilizar aplicaciones de Facebook y casi a ninguna otra cosa, distribuyendo el resto del tiempo a navegar y usar otras apps con mucha menor frecuencia.

¡Qué buena idea podría parecer entonces imitar en nuestra app alguna de las mejores características de Facebook u otras apps exitosas!

… No. Un inversionista en start-ups me contaba que entre las ideas que de forma repetida se le invita a invertir (y que rechaza con igual frecuencia), generalmente se encuentran: “Una red social para mascotas” o “Una red social para comunicación escolar entre profesores, alumnos y padres”.

Quien ha usado un poco Facebook sabe que uno de los usos más frecuentes de la red es que sus dueños la usen para presentar a sus mascotas o incluso para hacer activismo protegiendo a animales de la calle para convertirlos en mascotas adoptadas. ¿Será necesaria una red social dedicada solo a una actividad que ya es bastante exitosa en Facebook?

Lo mismo sucede en las redes sociales escolares, en las que cualquier padre de familia sabe que entre las listas de correo y los grupos de Whatsapp, una vez habilitados estos servicios generalmente el problema es de exceso, no de falta de comunicación.

Aun así abundan las marcas que realizan apps que son poco más que una extensión de sus canales de YouTube, que pretenden integrar buscadores de tiendas que son inferiores a Google Maps y que al final logran ser poco menos que un álbum de fotos que es más amigable gestionar en Facebook e Instagram; redes donde les aseguro que cualquier foto puede tener más audiencia que en cualquier otra app generada por una marca. En el mismo sentido, les comento que en mi experiencia docente,  al realizar un ejercicio de creatividad para sugerir experiencias móviles a las marcas, por alguna razón, la famosa idea de algo parecido a una red social de mascotas se sigue proponiendo con bastante frecuencia… en PowerPoint. Lo sintomático es que generalmente se acepte y comente como una buena idea.

 

Sumarse a no buscar combatir el poder de las plataformas

La envidia no nos lleva a nada pero a veces es inevitable. Un sentimiento más que nos hace precisamente seres humanos. En el marketing móvil, así como en el mundo real, es mejor buscar convertir nuestra envidia en algo productivo y propositivo que quedarnos con el vacío de no haber sido los primeros en desarrollar un concepto complejo, inmenso y ya instalado en la gente.

Antes de intentar imitar a las grandes plataformas digitales, aprovechémoslas para encontrar ahí a nuestro consumidor. Aceptemos y agradezcamos que esos son los servicios que mayor probabilidad tienen de que él o ella ya los usen.

Antes de hacer una app con buscador de tiendas o de centros de servicio de nuestra marca, usemos los servicios de geolocalización que nuestros consumidores ya están acostumbrados a usar y asegurémonos de que todas esas ubicaciones sean dadas correctamente de alta en Google My Business, en Waze y en Foursquare / Swarm.

Aunque todos estos servicios ofrecen compra de pauta de medios, dar de alta correctamente nuestros puntos de venta y servicios generalmente tiene tan sólo un costo de procesamiento administrativo (no de compra de pauta publicitaria) y es algo que fácilmente permite generar experiencias positivas para nuestros consumidores.

Antes de hacer una app para compartir fotos relacionada con nuestra marca o el ámbito de uso que le den nuestros consumidores a ella, démosle voz a ellos para que sus mejores expresiones tengan espacio en nuestros canales dentro de redes como Instagram o en nuestros álbumes de fotos de Facebook.

Hemos insistido en este espacio en las apps no son la solución para todas las necesidades de conectarse del consumidor móvil. Antes de sentir envidia del éxito que puedan causarnos las apps más usadas, preguntémonos si la estrategia de nuestra marca realmente necesitaría gozar de las mismas métricas de éxito.

Uber es una app que nunca ha estado entre las 15 más descargadas en el Appstore y cuyo uso es de unos cuantos minutos al día, sin embargo, esto no le ha impedido ser un servicio que hoy opera en más de 450 ciudades y que, al generar muchos más ingresos en cada interacción, no tiene mucho que envidiarle a Facebook.