Avaricia – Los 7 pecados capitales al diseñar una app

Avaricia: ¿Cuántos datos quieres obtener de tu consumidor?

En el mundo digital actual gozamos de una inmensa cantidad de información gratuita, noticias de los más renombrados medios, juegos adictivos y gratuitos en nuestros dispositivos móviles, horas de contenido de audio y video generados por los mismos usuarios, desde youtubers hasta grandes marcas. Gozamos de almacenaje en todas las nubes, de aplicaciones que nos permiten estar conectados con nuestros amigos, de generar cientos de álbumes fotográficos y un largo etcétera.

Todo esto es “gratis” pero no necesariamente sin costo. En realidad todo tiene un precio; si bien hace décadas pagábamos el contenido televisivo al inevitablemente tener que presenciar los cortes comerciales, en el mundo digital opera la misma lógica: ofrecemos nuestra atención y datos personales a los nuevos anunciantes.

Mientras lo que recibamos sea proporcional a su costo, podemos contar con el servicio durante el tiempo que el equilibrio se mantenga, sin embargo, si el equilibrio se pierde hacia cualquiera de los lados, sea que recibamos más de lo que pagamos (mal negocio para el proveedor) o que recibamos muy poco por lo que paguemos (mal para el usuario), seguramente encontraremos otras opciones.

Avaricia dentro de las apps.

Las apps de iniciativas de marketing deben servir al consumidor  y al final de ello deben arrojar buenos resultados de negocio para las marcas pero obligar a que el usuario nos dé sus datos personales y que la aplicación solicite el permiso para acceder a sus fotos, a su ubicación y su micrófono, todo a la vez, resultará en consumidores preocupados por el poco respeto a la privacidad de sus datos que terminarán por abandonar la app en el primer intento.

 

El WSJ publicó recientemente un artículo sobre lo que resulta más molesto a los usuarios en las aplicaciones, en el cual  se enlistan varios puntos que me parecen reveladores :

 

  • Primero necesitamos tu e-mail.
  • Dános más gigabytes.
  • Las apps deberían dejar de seguirnos

 

El concepto en común de estos puntos es el respeto al usuario. Respeto en cuanto a privacidad, reciprocidad en el almacenamiento y el uso de sus datos. En el artículo se hace énfasis en el manejo de los ajustes de privacidad de las apps pero, honestamente ¿quién ha dedicado cierto tiempo a desactivarlos? En el peor de los casos ¡las apps no corren si no les permitimos acceder a nuestra ubicación! ¿Qué utilidad podría tener para una app de dibujo conocer en dónde nos encontramos?

Según un reporte de Pew Internet sobre los permisos de las apps en Google Play:

 

  • 30% de los permisos que puede solicitar una app de Android para ejecutarse solicitan el acceso a algún tipo de información personal.
  • 60% de los usuarios decidieron no instalar una app cuando descubrieron la cantidad de información personal que la app solicitaba.
  • 24% de las apps en Google Pay requieren monitorear la ubicación precisa del usuario de la app.

 

  • El promedio de permisos solicitados al usuario por una app es de 5.

 

El artículo de Pew también menciona que las apps pertenecientes a la categoría de comunicaciones y negocios son las que requieren la mayor cantidad de permisos autorizados por el usuario .

Tomando en cuenta que según los datos recabados por la consultora The CIU en su reporte: Evolución del Mercado de Smartphones en México en 2015, los teléfonos inteligentes alcanzaron un coeficiente de 71.6%, superando todo pronóstico. Esto equivale a 76.4 millones de dispositivos en funcionamiento y representa un crecimiento anual de 43.2%. Para 2016 se espera que representen el 81.5% del total de líneas.

Desde nuestro papel como marca o desarrolladores debemos preguntarnos ¿queremos perder a un 60% de usuarios que presionan CANCELAR al momento de instalar una app por sentirla invasiva? ¿Vale la pena el riesgo? ¿Anhelamos tanto esa cantidad de datos (BIG DATA) que perdemos el objetivo de nuestra app? ¿Qué haremos con esos datos acumulados?

Podría parecerle al desarrollador que los usuarios sólo decimos que sí a todo lo que un proveedor nos pregunta al momento de generar su brief de trabajo, y que por cada una de las características del desarrollo va palomeando todo, como agregando más accesorios a un auto.

 

¿Qué podemos hacer?

 

En primer lugar, dejar en claro el beneficio  que el usuario obtendrá al compartir su información, no sólo en los acuerdos de privacidad en nuestro sitio web (obligados por ley), sino incluso en una pequeña nota explicativa en la propia app; respetar las normas de privacidad dice mucho de nuestra marca. No podemos tirar de la mesa a los usuarios que no dan clic a “ACEPTAR” de manera compulsiva o inconsciente.

En segundo lugar, debemos fijar y enfocarnos en los objetivos de la app y sólo en ellos. Luego comunicarlos claramente. Si nosotros no los entendemos ¿por qué el usuario tendría que adivinarlos y estar dispuesto a participar?

Tres consejos contra la avaricia:

  • Definición total por parte del desarrollador de los objetivos que se persiguen en cuanto a manejo de datos
  • Respeto a los objetivos e intereses del usuario para usar la app
  • Claridad en la comunicación de la misma, generando así el círculo virtuoso de nuestra app.

 

Envidia – Los 7 pecados capitales al diseñar una app

15160699865_3ff08f9e9f_bEnvidia – ¿Por qué yo no?

 

Un signo de nuestro tiempo es, sin duda, la abundancia de datos. Pero ante tal abundancia, es muy frecuente de carecer del contexto necesario para poder analizar y utilizar tantos datos y que ellos verdaderamente nos informen y nos ayuden a tomar decisiones. El peligro entonces es poder ser víctima fácil de lo que comúnmente se conoce como mentir con la verdad.

Revisemos dos datos:

  1. La firma Statcounter reporta que la navegación web desde móviles se ha incrementado dramáticamente. De representar el 10% del tráfico total en 2012, a finales de 2016 representará casi el 40% de todo el tráfico web en el mundo.
  2. De acuerdo a un reporte de Nielsen, el tiempo que el consumidor promedio pasa usando apps en dispositivos móviles (tabletas y smartphones) supera en promedio unas diez veces su tiempo de navegación web en los mismos dispositivos.

 

Si leemos solo el primer dato podríamos erróneamente concluir que Si leemos que la única estrategia importante que debe seguir una marca es contar con un sitio web amigable para móviles. Si añadimos el contexto del segundo dato, concluiríamos que, con todo y su crecimiento reciente, la web móvil es insignificante y deberíamos enfocar los esfuerzos de una marca al crear apps.  

Pero se requiere un tercer dato para tener el contexto completo que permite entender el comportamiento del usuario móvil promedio en la actualidad. Este dato fue presentado con bastante tino en un estudio de Forrester Research en 2005: El 85% de todo el tiempo que usamos smartphones lo dedicamos a usar app, pero el 84% se lo dedicamos sólo a 5 apps, ¿cuáles? Principalmente las de dos empresas, primero Facebook (Facebook, Facebook Messenger, Whatsapp o Instagram) y Google (YouTube destacándose entre las decenas que la empresa ofrece).  

 

¡Cuánta envidia produce el éxito de Facebook!

Ya con la foto completa, podemos concluir atinadamente que usamos nuestros teléfonos para utilizar aplicaciones de Facebook y casi a ninguna otra cosa, distribuyendo el resto del tiempo a navegar y usar otras apps con mucha menor frecuencia.

¡Qué buena idea podría parecer entonces imitar en nuestra app alguna de las mejores características de Facebook u otras apps exitosas!

… No. Un inversionista en start-ups me contaba que entre las ideas que de forma repetida se le invita a invertir (y que rechaza con igual frecuencia), generalmente se encuentran: “Una red social para mascotas” o “Una red social para comunicación escolar entre profesores, alumnos y padres”.

Quien ha usado un poco Facebook sabe que uno de los usos más frecuentes de la red es que sus dueños la usen para presentar a sus mascotas o incluso para hacer activismo protegiendo a animales de la calle para convertirlos en mascotas adoptadas. ¿Será necesaria una red social dedicada solo a una actividad que ya es bastante exitosa en Facebook?

Lo mismo sucede en las redes sociales escolares, en las que cualquier padre de familia sabe que entre las listas de correo y los grupos de Whatsapp, una vez habilitados estos servicios generalmente el problema es de exceso, no de falta de comunicación.

Aun así abundan las marcas que realizan apps que son poco más que una extensión de sus canales de YouTube, que pretenden integrar buscadores de tiendas que son inferiores a Google Maps y que al final logran ser poco menos que un álbum de fotos que es más amigable gestionar en Facebook e Instagram; redes donde les aseguro que cualquier foto puede tener más audiencia que en cualquier otra app generada por una marca. En el mismo sentido, les comento que en mi experiencia docente,  al realizar un ejercicio de creatividad para sugerir experiencias móviles a las marcas, por alguna razón, la famosa idea de algo parecido a una red social de mascotas se sigue proponiendo con bastante frecuencia… en PowerPoint. Lo sintomático es que generalmente se acepte y comente como una buena idea.

 

Sumarse a no buscar combatir el poder de las plataformas

La envidia no nos lleva a nada pero a veces es inevitable. Un sentimiento más que nos hace precisamente seres humanos. En el marketing móvil, así como en el mundo real, es mejor buscar convertir nuestra envidia en algo productivo y propositivo que quedarnos con el vacío de no haber sido los primeros en desarrollar un concepto complejo, inmenso y ya instalado en la gente.

Antes de intentar imitar a las grandes plataformas digitales, aprovechémoslas para encontrar ahí a nuestro consumidor. Aceptemos y agradezcamos que esos son los servicios que mayor probabilidad tienen de que él o ella ya los usen.

Antes de hacer una app con buscador de tiendas o de centros de servicio de nuestra marca, usemos los servicios de geolocalización que nuestros consumidores ya están acostumbrados a usar y asegurémonos de que todas esas ubicaciones sean dadas correctamente de alta en Google My Business, en Waze y en Foursquare / Swarm.

Aunque todos estos servicios ofrecen compra de pauta de medios, dar de alta correctamente nuestros puntos de venta y servicios generalmente tiene tan sólo un costo de procesamiento administrativo (no de compra de pauta publicitaria) y es algo que fácilmente permite generar experiencias positivas para nuestros consumidores.

Antes de hacer una app para compartir fotos relacionada con nuestra marca o el ámbito de uso que le den nuestros consumidores a ella, démosle voz a ellos para que sus mejores expresiones tengan espacio en nuestros canales dentro de redes como Instagram o en nuestros álbumes de fotos de Facebook.

Hemos insistido en este espacio en las apps no son la solución para todas las necesidades de conectarse del consumidor móvil. Antes de sentir envidia del éxito que puedan causarnos las apps más usadas, preguntémonos si la estrategia de nuestra marca realmente necesitaría gozar de las mismas métricas de éxito.

Uber es una app que nunca ha estado entre las 15 más descargadas en el Appstore y cuyo uso es de unos cuantos minutos al día, sin embargo, esto no le ha impedido ser un servicio que hoy opera en más de 450 ciudades y que, al generar muchos más ingresos en cada interacción, no tiene mucho que envidiarle a Facebook.

App Store Optimization: ¿Cómo le hago para que mi app sea más descargada?

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Un grave error que múltiples marcas (y sus agencias) cometieron durante los primeros años del boom del mercado de smartphones para consumidores, fue creer que éstos buscarían proactivamente “descubrir” apps creadas con fines promocionales.

Nada lejos de la verdad. Hoy ya ha quedado claro que un consumidor sólo descarga apps cuando está interesado en mantener una relación de largo plazo con una marca.  Adicionalmente, la experiencia ya nos dice que aún en los casos de consumidores involucrados con la marca, se requiere un esfuerzo para generar descargas y uso para una app.

No es casualidad que 100% del crecimiento de ingresos que Facebook ha mostrado en los últimos 10 años se deba exclusivamente a formatos publicitarios que invitan a descargar apps o que hacen “remarketing”, recordando a los usuarios los beneficios que ofrecen las apps que descargaron buscando generar hábitos de uso.

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Podemos generalizar: A partir del éxito de los formatos de Facebook, cualquier app requiere dos pasos importantes en el proceso de crearse una audiencia. El primero es crear consciencia (awareness) de la existencia de la app y lograr que el usuario la descargue y, en un segundo momento, asegurarse de que la pueda utilizar de forma continua.

 

MEJORES PRÁCTICAS

Es por ello que una mejor práctica es no crear apps cuya vigencia es limitada en el tiempo. El gran esfuerzo que implicará generar una audiencia para nuestra app no tendrá una recompensa si esperamos que los dos momentos descritos se den durante la corta duración de una temporada navideña o de un simple día, por más relevante que puedan resultar fechas críticas como San Valentín o el Día de las Madres.

¿Pero qué mejores prácticas podemos observar para comunicar adecuadamente lo atractivo de nuestra app?

 

CONOCER EL PROCESO DE “SUBIDA” DE UNA APP

Este proceso, la “subida” de una app, el último paso en la creación de una app, debido a su complejidad técnica generalmente es dejado en su totalidad en manos de programadores. Esto es un error.

Si bien la “subida” debe ser ejecutada por una persona con alto conocimiento del proceso de creación de las apps, generalmente la hace algún miembro del equipo de programación. Este proceso debe incluir la programación de la información que determinará qué tan fácil o difícil será encontrar nuestra app al usar el buscador de las tiendas, como descripciones, palabras clave relevantes para la búsqueda (keywords), categoría e imágenes, entre otros.

Es altamente recomendable que toda persona de marketing que directamente sea responsable de poner en las manos de un consumidor una app de la marca que promueve, contemple la importancia de sentarse junto al programador que da de alta la app y compartir con él los detalles de este proceso.

 

CONOCER QUÉ FACTORES AFECTAN LA VISIBILIDAD DE NUESTRAS APPS

Una vez que ha sido llevado a cabo el proceso de alta de la app es necesario proveer de información y contenidos gráficos relativos a la app. Debemos entender el sentido del proceso más allá del requisito tecnológico que representa. Una app es en sí un medio más de comunicación útil para el marketing.

A partir de ello, sigue entender cuáles de esos elementos son más relevantes para el algoritmo de búsqueda de cada app. Aquí el proceso se convierte en uno de mejora continua. Este debe consistir en prueba y error, y en estar monitoreando continuamente la literatura (que hoy ya abunda, como no era el caso hace un par de años) acerca del tema.

Ya que los algoritmos de los motores de búsqueda web sólo son conocidos por sus propietarios, así como deben ser continuamente sujetos a ajustes que modifican su comportamiento, igualmente ocurre con las tiendas de apps. Sin embargo, sólo son conocidas de manera general los siguientes principios esenciales.

 

APP STORE Y GOOGLE PLAY

Es importante asimismo considerar que, tanto AppStore, como Google Play. dan mayor relevancia a los resultados donde la búsqueda del usuario coincide con:

  • El nombre de la app:Parece de lo más obvio, pero a veces se pierde de vista el hecho de que especialmente cuando “bautizamos” nuestra app. Observamos casos como el de que “¿Sabías que Pemex ofrece una app donde puedes buscar en un mapa todas las gasolinerías del país?” cuando al mismo tiempo en el nombre de dicha app no se utiliza la palabra “gasolinería”. En estos casos, las posibilidades de que su “audiencia meta” (el público interesado en cargar gasolina) la encuentre, quedan bastante reducidas.
  • El nombre del desarrollador: Una razón más por la que la organización titular de la marca (empresa, ONG, entidad de gobierno) deba tener su propia cuenta ante las tiendas y con ella dé de alta sus apps, es que si la app de tu marca transnacional de consumo está subida a nombre de “Desarrollos tecnológicos en apps móviles El Patito”, además de ceder el control de la  experiencia de tu marca a un “changarro”, estás sepultando tu app en el fondo de los resultados de búsqueda en la red.

 

GOOGLE PLAY

  • Desinstalaciones y críticas: La plataforma Google Play/Android es única en su capacidad de proveer a los titulares de apps, estadísticas sobre cuántos usuarios descargan su app, así como de cuántos optan por desinstalarla de sus dispositivos. La información es útil para el titular de la app, pero también es utilizada por el algoritmo de GooglePlay para favorecer las apps que los usuarios optan por mantener en su dispositivo. Una mala app acabará por ser borrada por la mayoría de los usuarios y no aparecerá con una buena posición en los resultados de búsqueda. De la misma forma, a más “estrellitas” que den los usuarios al calificar las apps, mejores los resultados de búsqueda.
  • Descripciones:En la mejor escuela de Google, las palabras que se usen para describir la app, serán utilizadas por Google Play para determinar aquellas que sean relevantes a lo que esté buscando el usuario.

 

APPSTORE

  • Tendencias de descargas: ¿Una app se está volviendo popular?, seguramente está generando buenas experiencias a quienes la usan. Dado que AppStore no puede contabilizar a los usuarios que optan por borrar una app, la tendencia de descargas se usa para ofrecer más visibilidad a las apps que están siendo más exitosas. Es por ello que, al buscar una app en iOS, veremos que la primera opción no es necesariamente la mejor calificada.
  • Keywords: Mucho se puede aprender a partir de la experiencia de cómo nuestra marca es buscada en SEO y que se puede reutilizar para encontrar las mejores palabras clave que en iOS permitan que nuestra app llegue a la mayor audiencia posible.

 

PROBAR Y MEDIR, PROBAR Y MEDIR

Concluyo recordando que los algoritmos de búsqueda de las tiendas cambian constantemente y, por ello, se vuelve vital algo que debe ser regla en toda iniciativa de marketing digital: Hacer pruebas de todo y medir para maximizar

Tanto los elementos gráficos, como las imágenes previas de la app y la iconografía, no alteran la búsqueda que es verbal, pero sí ofrecen al consumidor una imagen que puede impactar positiva o negativamente su disposición a decidirse a descargar una app. La única forma de determinar cuáles puedan ser las mejores elecciones para estos y otros elementos es hacer pruebas y medir los resultados.

Artículo previamente publicado en RevistaNeo en Noviembre de 2015.

Soberbia – Los 7 pecados capitales al diseñar una app

En la época dorada de los medios masivos, cuando la televisión era su rey, la publicidad funcionaba con un simple pero poderoso acuerdo con los anunciantes: el consumidor recibía entretenimiento gratuito a cambio de prestar atención al mensaje de los patrocinadores.

Si tuviera que mencionar dos grandes diferencias entre la realidad del marketing actual y la del pasado serían:

1) El consumidor de hoy tiene muchas opciones para ignorar la publicidad.

2) El consumidor es quien paga un costo que los datos medidos implican al recibir la publicidad que ha aumentado drásticamente.

Pese a que estamos potencialmente expuestos a más mensajes publicitarios, entre el anunciante buscando al nuevo consumidor y el consumidor tratando de ignorarlos, el consumidor tiene claras ventajas: Los servicios de “streaming” sin comerciales, bloqueadores de anuncios en los navegadores web, las opciones para no ver comerciales de TV (como grabadoras de video que permiten dar “fast-forward”).

diseñar una app

Los smartphones por otro lado inhiben gran parte de la publicidad debido a la inmediatez de comunicación que ofrecen las redes sociales. De acuerdo a un reciente estudio de IAB México,el 44% de los consumidores en México utilizan su smartphone mientras ven la TV y la mayoría de ellos (87%) lo hacen para conectarse en redes sociales en actividades que no tienen nada que ver con lo que pasa en la TV.

Pagando por recibir publicidad

No existen cosas gratis en este mundo. La información de la TV tradicional sintonizada por una antena aérea era ofrecida sin costo monetario al consumidor a cambio de prestar atención al mensaje de los patrocinadores, quienes en muchos casos contenían su dosis de entretenimiento.

Con la multiplicación de las opciones de comunicación, los mercadólogos hemos buscado utilizar todos los novedosos canales digitales a la mano: mensajes SMS, sitios web, correo electrónico, redes sociales, apps para smartphones y demás para relacionarse de nuevas formas con el nuevo consumidor.

Sin embargo, estas formas de comunicación imponen nuevos costos a los consumidores. Hoy el consumidor paga por el ancho de banda para poder descargar la publicidad, consume kb en descargar el correo que le enviamos con promociones, en descargar páginas web con anuncios o en ver nuestro “tuit” pagado inmiscuirse en su lectura de Twitter.

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La evolución de los anuncios

En un reciente estudio dirigido por The New York Times se encontró que los anuncios en línea y los diversos “scripts” que los dispositivos móviles requieren, en muchos casos consumen la mitad del ancho de banda al acceder a un sitio optimizado para dispositivos móviles.

En este sentido, al momento de diseñar una app para una marca, la primera pregunta indispensable que recomiendo para plantear la funcionalidad que esta app debe tener es la siguiente: ¿La app que estamos diseñando brindará beneficios que compensen esos costos y así el consumidor la considerará atractiva?

El consumidor va a dedicar tiempo buscando la app en AppStore o Google Play, dinero por el uso de los “megas” que la descarga consumirá de su plan, así como capacidad del dispositivo.

Haciendo apps para un mundo que ya no existe

Desafortunadamente aún soy testigo, en discusiones con marcas y agencias, en las campañas que se observan todos los días, de inifidad de formas de soberbia y falta de respeto al tiempo y el dinero del consumidor.

Hay apps que nos ofrecen “Interactuar con los valores de la marca”, “dar a conocer nuestro fanatismo y amor por la marca” o “conectar con otros consumidores para crear una comunidad alrededor de la marca”. Realmente quienes trabajan bajo estas premisas buscan ofrecer los valores que eran atractivos para el consumidor y los medios de hace 50 años.

En una entrevista para el NYT en 2014, el entonces CEO de Google, Larry Page, explicó el método que seguía para decidir qué empresas comprar. Según Wikipedia, Google ha adquirido más de 180 empresas y entre ellas se encuentran servicios tan populares como Youtube y Waze.

Page dijo que utilizaba lo que el mismo nombraba como el “Test del cepillo de dientes”, es decir, preguntarse ante una nueva tecnología o servicio: “¿es esto algo que usaría una o dos veces al día todos los días y que hace mi vida mejor?”.

El consumidor digital sólo usará con frecuencia aquello que le ahorra tiempo, dinero o que le entretiene. Cuando diseñamos apps que no ofrecen algo en este sentido y que esperamos que el consumidor descargue por “puro amor a la marca”, caemos en la mayor soberbia y es entendible que nuestro consumidor responda con indiferencia.

Pereza – Los 7 pecados capitales al diseñar una app

Este artículo es el segundo de la serie “Los 7 pecados capitales al diseñar una app”, si aún no los has visto dale clic.

Imaginemos que te han encargado realizar un sitio web nuevo para una empresa, una ONG o una entidad de gobierno. El desarrollo es el primero en realizarse; no hay nada previo, seguramente has pensado ya en los objetivos claves del sitio que te permitirán definir su estructura… Ya tienes una estrategia de contenidos y un equipo de diseñadores y programadores que ejecuten el plan que has definido dentro del presupuesto contemplado.

¿Qué pensarías en este contexto si tras la ejecución del plan hubieras olvidado un rubro de vital importancia? 

¡Oops! Por supuesto: El preciado rubro de actualización y mantenimiento; elementos básicos de la relación con el cliente, en especial si deseamos que dicha relación sea a largo plazo, dejarla de lado sería imperdonable ¿no? Hoy en día, es de todos conocidos que al “terminar” una página web no está finalizando en realidad el proyecto, sino que comienza una labor de responsabilidad continua, de alimentación, retrospección y nueva generación del contenido, sin embargo, cabe resaltar que al parecer este nivel de conciencia sólo parece existir para las creaciones para la web y no en el desarrollado de las apps para smartphones.

El lanzamiento de una app implica un compromiso tanto hacia la marca o institución como con sus usuarios para mantenerla actualizada y funcionando correctamente. Así como los sistemas operativos de smartphones, tabletas e incluso computadoras evolucionan y tienen varias actualizaciones menores y al menos una mayor durante un año, las aplicaciones deben ser probadas de manera continua o serán condenadas a la obsolescencia.

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Recientemente, The Social Intelligence Unit (“The SIU”), una organización sin fines de lucro dedicada al análisis del impacto de la tecnología en la sociedad (un think thank), creó un Indice sobre la Adopción y Efectividad de las Apps Gubernamentales. Tal análisis nos permitió observar las apps lanzadas por el gobierno en sus distintos niveles. Igualmente nos ofrece la oportunidad de echar un vistazo a un microcosmos que se puede analizar en su totalidad, sirviendo como muestra del impacto del mundo de las apps para consumidores en general.

Los resultados del estudio respecto a qué tan frecuente se actualizan las apps del gobierno son dispares. En el Gobierno Federal el nivel de actualización de las apps mejoró comparativamente al año anterior, mostrando un esfuerzo relevante del 14%.

 

uno

En promedio, las apps del Gobierno Federal han logrado actualizarse tras la última actualización del  iOS (10.8), lo cual sin ser una garantía de que la app funcione correctamente, al menos es un requisito hacia este objetivo (cabe mencionar sin embargo que en otras variables como la comunicación de la existencia de las apps,  los resultados no son buenos) Recordemos que los promedios pueden ocultar mucha información; si observamos el desglose, veremos que más de la cuarta parte de las apps no han recibido ningún tipo de mantenimiento por más de un año.

dos

Si pasamos al desarrollo de aplicaciones pertenecientes a los Estados, los resultados son muy variables. Para empezar, de las 32 entidades federativas, solo 26 tienen apps, de las cuales 12 no han sido actualizadas en el último año.

tres

¿Por qué nos habrían de interesar estos datos a quienes trabajamos haciendo marketing digital fuera del gobierno?

Es simple: Revisar estos datos nos refleja que el principio básico para mantener vivos nuestros canales digitales no parece ser compartido de manera clara y sistemática con los responsables de las apps como podría serlo para canales más dominados como la web, los motores de búsqueda y las redes sociales.

En mi experiencia, estos datos que hemos observado respecto a las apps de gobierno no son radicalmente distintos respecto a apps de marcas que frecuentemente se lanzan sin que sus agencias, sus desarrolladores o gerentes de marca siquiera imaginen si hoy funcionarán correctamente en iOS 9 o en la versión M de Android.

Si dentro de la organización de una marca, el canal de apps para smartphones no puede recibir la atención y los recursos para mantenerse como una iniciativa que requiere ser continuamente monitoreada y mejorada, existen simplemente dos opciones:

  1. Reevaluar el canal de apps para integrarse de forma estratégica a todos los esfuerzos de comunicación, venta y servicio de toda la organización, del mismo modo y con el mismo respeto con el que se producen y mantienen los canales digitales tradicionales.
  2. Tomar la decisión de eliminar ciertas apps y buscar ofrecer sus servicios mediante otros canales como los sitios móviles.

La opción de lanzar apps porque “se tiene que tener una app” sin dedicarle la energía que se requiere para mantenerlas vivas es reflejo de una pereza tal que se castiga con consumidores aún más perezosos con respecto a nuestra marca.

 

Nota publicada de manera original en el blog de Luis G y G en Julio de 2015.

Apps electorales: oportunidades perdidas

El marketing electoral vía apps

Esta semana, The Social Intelligence Unit, think-thank en el que tengo el gusto de colaborar, publica un análisis[i] sobre el uso de apps para smartphones por parte de los partidos políticos en este año electoral

Los datos son relevantes por los tiempos que vivimos pero porque ofrecen lecciones sobre cómo aún no se entiende el potencial que pueden tener las apps y mucho menos la forma como deben ejecutarse estrategias alrededor de ellas.

Interés en el medio

Hay un claro interés de la clase política por conectarse con el ciudadano mediante sus dispositivos móviles. En el censo que realizó SIU durante abril de 2015 se identificó más de 150 aplicaciones disponibles en el AppStore y en Google Play generadas por seis de los 10 partidos políticos con registro nacional.

El Partido Acción Nacional (PAN) acapara el 91% del total de las aplicaciones identificadas en el censo, debido a que existe una aplicación asociada a cada diputado federal que pertenece a su bancada.

Captura

Fuente: The Social intelligence Unit

 

Mala comunicación

Como es el caso en múltiples iniciativas de comunicación que implican apps, se asume que el usuario promedio va a dedicar tiempo a investigar y descubrirlas. Esto es un error.

En un estudio anterior[ii], SIU encontraba que el 65% de las apps generadas por el Gobierno en sus tres niveles no eran comunicadas en las redes sociales de las instituciones que publicaban las apps:

Captura2

 

El caso de los partidos políticos respecto a la descoordinación de sus canales de comunicación digital es mucho peor: un apabullante 98% de las apps no cuenta con un link directo de descarga desde los portales de los partidos y  las cuentas de Twitter y Facebook tanto de políticos como de las organizaciones en las que militan no ofrecen información para obtener las apps en el 95% y 97% de los casos respectivamente. Estas redes y la audiencia que los partidos políticos ya tienen en ellas son una gran oportunidad desaprovechada si se considera que, a nivel global, el  85% de los usuarios de Facebook accedieron a la red social mediante su móvil y que más de 33% usa este medio como su método de acceso exclusivo, mientras que en el caso de Twitter, 80% de sus usuarios accedieron vía móvil.

¿Ni sus militantes las usan?

Claramente los partidos están haciendo una labor tan mala al comunicar sus apps que queda claro que ni sus militantes se enteran que tales recursos existen.

Si bien el PAN domina respecto al número de apps, el 83% de sus apps identificadas en el censo fueron descargadas menos de 5 veces de acuerdo a los reportes que ofrece Google Play. Para el resto de los partidos, el 84% de las apps tuvieron menos de 500 descargas.

Sólo 2% de apps ofrecen algún servicio de utilidad

Un aspecto que los partidos políticos y sus militantes deberán de cuidar en adelante es plantear un objetivo concreto para su iniciativa de apps móviles. Repetir los mismos mensajes de campaña que saturan otros medios no puede ser una estrategia que ayude a involucrar más a los votantes.

De las apps en el censo, el 84% promueven el trabajo e imagen de funcionarios en turno y 9%  hacen alusión a campañas electorales locales o federales. Por su parte, 3% de las apps funcionan para promover la imagen de los partidos y sus bancadas legislativas, mientras que sólo 2% ofrece una funcionalidad que involucra al ciudadano, en este caso el permitir realizar denuncias ante anomalías en las campañas de partidos contrincantes.

¿Qué deben hacer los partidos a futuros para generar mejores iniciativas de apps?

Un aspecto que frecuentemente se pasa de lado al desarrollar iniciativas de apps, es el considerar que para obtener buenos resultados de ella como herramienta de marketing la paciencia es una virtud clave. Esto es especialmente difícil de aplicar cuando el horizonte de tiempo no pasa más allá del calendario electoral de cada año, pero es la única forma como los partidos políticos podrían aprovechar el medio.

En particular los partidos políticos podrían:

  1. Ver el proceso de creación de sus apps como uno de mejora continua y progresiva. Las apps de los partidos son abandonadas muchas veces antes de que acabe el proceso electoral y hoy en promedio, de acuerdo al censo de SIU, tienen un retraso de 124 días en su actualización desde que fue lanzado iOS8. Es decir, teniendo que actualizar las apps al nuevo sistema operativo, nadie se ha preocupado por hacerlo durante cuatro meses.
  2. Incrementar la funcionalidad de sus apps para promover la participación. Especialmente de sus militantes y simpatizantes. Las apps son excelentes herramientas para generar lealtad entre cualquier marca y su audiencia, los partidos políticos y los candidatos no deben ser la excepción.
  3. Trabajar en una estrategia integral de comunicación. La gran ventaja de las apps es que una vez que se tiene una audiencia leal, es fácil comunicar con ella y lograr que descarguen nuestra app (provisto que proveemos a quien la use de algo que le sea de utilidad, ver punto 2). Los partidos

Estas son las recomendaciones que cualquier profesional del sector privado aplicaría en sus estrategias de apps, queda en mano de los partidos políticos tomar ventaja de ellas.

 


[i] Elecciones Digitales 2015: Aplicaciones Móviles y Partidos Políticos. Samuel Bautista y Jacqueline Hernández – The Social Intelligence Unit, Mayo 2015

[ii] Mejores Prácticas en el Uso de Aplicaciones Móviles Gubernamentales, Samuel Bautista, Jacqueline Hernández, Gonzalo Rojón y Carlos Silva – – The Social Intelligence Unit, Abril 2015