SCT y su decisión de no renovar concesiones

Reforma el día de hoy me cita sobre la decisión de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte de recuperar los 190 megahertz (MHz) que tiene MVS en las bandas de 2.5 y 2.7 gigahertz (GHz):

“Es un paso positivo en la política pública que el Estado sea más asertivo en asignar el espectro a aquellas empresas que verdaderamente tengan planes para explotarlo y retirarlo a aquellas que no le hayan dado mayor uso”, comentó Carlos Silva, analista del sector.

El resto de la nota lamenta que a pesar de lo anterior, tal espectro difícilmente estará disponible en el corto plazo. Esto es lamentable, si bien con una perspectiva más amplia soy un poco escéptico sobre el impacto total que tal espectro tendría en la penetración de banda ancha para el país.

Reasignado ese espectro sería posible reutilizarlo para tecnologías de acceso inalámbrico fijo (en ninguna parte del mundo están probados despliegues de buena escala para acceso móvil en esa banda), siendo
una de ellas WiMax.

Sin embargo, no hay que perder de vista que la contribución del acceso inalámbrico fijo a la teledensidad fija en todo el mundo es muy marginal, siendo el acceso alámbrico (sea par de cobre, coaxial de cableros o fibra) la verdadera ruta con la que las economías desarrolladas han logrado incrementos en productividad de sus economías.

El espectro puede tener un rol social interesante para llevar el acceso a comunidades suburbanas pero, sin detrimento del mérito que tiene la acción del gobierno, no es algo que vaya a transformar el panorama de las telecomuniaciones de México.

B3Forum

Durante el B3Forum estaré presente en el Taller de Estrategias Telecom ITAM-CIU el martes 23 de Febrero,

Adicionalmente daré una plática el miércoles 24 y estaré ese mismo día moderando varias otras mesas.

Tanto efectivo (Google, Microsoft, Apple e Intel) y ¿tan pocas ideas?

Alguna ocasión escuché a un analista decir que no gustaba de invertir su dinero en acciones de compañías que pagaban dividendos a sus accionistas. El comentario decía algo cómo que era lamentable el escenario de una compañía que, al carecer de ideas para la inversión, no encontraba mejor uso a sus reservas de efectivo que devolver éste a sus inversionistas.

El sitio Sillicon Alley Insider publicó recientemente esta gráfica que compara las amplias reservas de cash de Google, Microsoft, Apple e Intel:

Por su parte, Strategy+Business publica una nota donde se hace una reflexión sobre el momento en que se encuentra la economía respecto al modelo de largo plazo de la gran economista venezolana Carlota Pérez. El modelo está expuesto con todo detalle en el libro Technological Revolutions and Financial Capital: The Dynamics of Bubbles and Golden Ages.

En todo ciclo económico ligado a la adopción masiva de una nueva tecnología (en nuestros tiempos, las tecnologías de comunicación e información en su conjunto) existe un punto de quiebre caracterizado por una crisis y reestructura del sistema. Actualmente vivimos este período el cual probablemente comenzó desde el desinfle de la burbuja del Nasdaq en Marzo del 2000.

Posterior al quiebre, podemos esperar, si se dan las reformas necesarias al sistema financiero, una era dorada que duraría de 20 a 30 años (la última vez ésta ocurrió en los años de 1950 a 1970 aproximadamente) y que se caracterizaría por una dependencia del capital generado por utilidades de las empresas, no del de los mercados financieros, para financiar inversión en investigación y creación de infraestructura. Tal inversión finalmente traería grandes ganancias en productividad al total de la economía y se traduciría en un incremento en el bienestar de la sociedad.

De nuevo tomando el ejemplo del último ciclo, caracterizado por la adopción masiva de tecnologías alimentadas por electricidad tanto en la industria como en el hogar, podemos ubicar en su era dorada al México de los años 60, que era un país con inflación de un dígito y crecimiento anual del PIB a tasas superiores al 5%.

En la siguiente gráfica, la cual ha sido tomada de la nota de S+B, se pueden observar las características de esta era dorada, identificada por Pérez como la fase de Despliegue (“Deployment”).

Sería una pena que las grandes reservas de las grandes empresas tecnológicas se usen exclusivamente para devolver dinero a inversionistas. La tradición ha sido en sentido inverso (los accionistas en empresas tecnológicas logran retornos por la apreciación de las acciones, no por los dividendos) y es deseable que ésta condición se mantenga.

En la gran dinámica competitiva del sector tecnológico, estas empresas enfrentarán la necesidad de hacer fuertes inversiones entrando a nuevos mercados (Google creando dispositivos, Microsoft e Intel en dispositivos más allá de la PC del escritorio, ¿Apple en búsquedas?, etc.) y sería una pena que tuvieran que renunciar a ello ante la limitada capacidad de ideas en uso para ese cash que pudieran tener, no ellas, sino sus inversionistas.

No es WiMax

Hace casi 18 meses que escribí una nota donde argumentaba que la mejor estrategia de Qualcomm contra WiMax era prácticamente no hacer nada:

Sin una necesidad inmediata para la 4G y enfrentando ésta aún tantas barreras para su adopción, sólo le queda a la empresa que domina el núcleo de las tecnologías 3G (Qualcomm) el no cometer errores graves en los siguientes años para agotar a Intel en su defensa de WiMax como intento por penetrar el mercado de la infraestructura de telecomunicaciones inalámbricas.

Esta semana la firma In-Stat llegó a la misma conclusión:

While WiMax appeared to be a competitor for 4G early on, that battle is now largely resolved.  LTE’s deployment will primarily be impeded by the success of 3G networks and HSPA and HSPA+ networks as mobile operators seek to leverage their installed infrastructure.

Se me ocurren ante estos hechos muchas preguntas sobre si la literatura existente sobre regulación anti-monopolios o anti dominancia de mercado ofrece algo sobre el tema. Me parece que aún no. El hecho de que Qualcomm sea sólo parcialmente propietario de las tecnologías que son la base de 3G, entre otras cosas, complica un análisis apegado a los libros de texto.

La Larga Distancia en México

El Universal me citó ayer en una oportuna nota sobre la lenta muerte de la Larga Distancia en México (lenta respecto a cuán rápido el cobro de ese servicio ha desaparecido en otros lugares del mundo):

Carlos Silva, miembro del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET), dijo que la tendencia global es que la larga distancia no sea un servicio en sí mismo, sino un insumo para otros servicios. Para lograrlo, es necesario que se eliminen las barreras artificiales que se han impuesto, como la restricción a que otros operadores compitan en ciertas áreas de servicio.

La nota hace referencia a la pretendida y previamente abortada intención de COFETEL de fusionar varias áreas de servicio local para eliminar entre ellas los cobros de Larga Distancia.

COFETEL desde su fundación y desde el inicio de la competencia en telecoms en nuestro país, repetidamente ha realizado procesos similares que son una mejora marginal para el grueso de los usuarios y la industria, pero de altísimo impacto para el desarrollo económico y social de las poblaciones involucradas. Este proceso debe continuar, independientemente de su impacto para jugadores particulares en la industria.

Midiendo el retraso de las licitaciones

Transcurrieron nada más 646 días entre el momento en que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y COFETEL anunciaron el programa de licitación de frecuencias y la publicación de las bases de la licitación de sólo 2 de las cuatro bandas anunciadas originalmente (siendo justos las dos bandas más demandadas por la industria serán las licitadas).

De acuerdo al calendario publicado por COFETEL se puede estimar que los títulos de concesión a operadores ganadores se entregarán en algún momento entre julio y agosto de 2010. Si algún nuevo operador entra al mercado como resultado del proceso, es de esperarse que comenzará a ofrecer sus servicios en el álgún momento a la mitad del 2011, es decir, al menos tres años y medio después de que el proceso fuera anunciado.

Para los operadores establecidos resultará más fácil y rápido aprovechar cualquier nueva concesión que ganen. De cualquier forma, toda inversión derivada de las licitaciones por operadores nuevos o establecidos iniciará a mediados de este año, cuando la recuperación económica en Estados Unidos y por consiguiente en México, esté a toda marcha y difícilmente las licitaciones habrían servido para suavizar los efectos de corto plazo del ciclo económico.

Con todo, el arranque formal de las licitaciones es algo que hay que celebrar. Es incluso muy fácil que la autoridad nos de más razones para el festejo simplemente anunciado iniciativas para acelerar el proceso de migración a la TV Digital Terrestre, programado para el 2021, que liberaría valioso espectro para servicios móviles y de banda ancha. Si bien 2021 parece lejano, la historia reciente nos dice que nunca es demasiado temprano para iniciar.

El peor escenario de política pública para las telecomunicaciones en México

Apenas recientemente descubrí esta nota donde Milenio Diario me cita:

Para Silva, el reglamento no debe frenar las licitaciones, ya que esos procesos han sido muy esperados por toda la industria, y no se perderá la oportunidad de contar con un poco más de espectro

Esta cita es de hace casi 8 meses. A pesar de que el país está desesperado por implantar medidas anticíclicas para reactivar la economía y de la urgencia que varios operadores tienen para invertir para expandir y actualizar sus redes, no hay nada de que ofrezca esperanza alguna para que las licitaciones se lleven a cabo en los pocos meses que quedan del año. Otra oportunidad para que el Estado fomente la inversión, la licitación de hilos de fibra óptica oscura de la Comisión Federal de Electricidad para su uso en servicios de redes Telecom no parece tener mejor suerte.

Ambas oportunidades, a diferencia de otros incentivos como los subsidios o los incrementos innecesarios al gasto público, no costarían dinero al Estado. Mejor aún ahora que éste está falto de recursos, tales licitaciones, aún cuando éste no es ni debe ser su objetivo primario, tienen un componente recaudatorio pues involucran significativos pagos de derechos por parte de los concesionarios ganadores.

Contraponiéndose además, a otras medida populares entre el sector privado de todo el mundo en tiempos de crisis (aranceles, exenciones y otras formas anticompetitivas de favorecer en el corto plazo a los sectores productivos), las licitaciones pendientes generarán en el mediano y largo plazo beneficios a los consumidores en forma de más competencia, más servicios y mejores tarifas.

Tener paradas estas licitaciones, entonces, es gravísimo en sí mismo y aún más dado el grave período recesivo (el peor desde la Gran Depresión) que vive el país este año.

Agregar entonces a este escenario la idea de gravar de forma especial los servicios de telecomunicaciones es francamente el peor escenario posible de política pública (y no tenemos de por sí un buen historial en el tema) que el Gobierno Federal podría plantear para un sector estratégico para la competitividad del país y el bienestar de toda su población.

The Competitive Intelligence Unit recientemente publicó un estudio donde demuestra cómo la elasticidad precio (qué tan sensible es la demanda a cambios de precios) de las telecomunicaciones se da en niveles diferenciados de acuerdo al segmento socioeconómico que hablemos. Respaldando con datos duros algo que podemos intuir, el estudio confirma que los segmentos de más bajos recursos son más proclives a limitar su consumo ante variaciones de precio mientras los segmentos más acomodados pueden continúar como si poco o nada hubiera pasado.

Un impuesto especial a las telecomunicaciones, entonces,  es una forma de que las clases más acomodadas de México mantengan su nivel de vida mientras las clases más bajas lo empeoren, especialmente en su capacidad de acceso a herramientas que pueden ayudarles a aspirar a mejores oportunidades.

Limitar las posibilidades de inversión mientras se limita la demanda de los sectores más favorecidos (aquellos que representan la última oportunidad de crecimiento del sector y que más requieren el acceso para salir de la pobreza) en medio de la peor recesión que vive el país en tiempos recientes es precisamente todo lo que no esperamos ni necesitamos por parte del Estado.

Entrevista en Revista RED – precisiones sobre precios y tarifas

Recientemente descubro el extenso artículo que la Revista Red dedicó al tema de los precios en México a partir de una entrevista que me realizó hace varios meses su autora, María Elena Alcántara.

Además de otros temas ya comentados varias veces en este blog destaco una precisión adicional sobre mi previamente expuesta tesis de que los precios son más económicos que los compartivos de la OCDE podrían sugerir:

Lo que sí es un hecho es que en nuestro país, los usuarios que más usan el servicio telefónico, pagan más respecto a los clientes de otros países. Esto se justifica por la distribución de la riqueza en México. De esta manera el operador tiene que dar un servicio demasiado barato al usuario de menor poder adquisitivo y relativamente más caro a quien tiene mayor ingreso. “Si haces muchas llamadas de larga distancia o si haces uso de muchos datos, lo más seguro es que tu servicio no se vea muy barato con respecto a lo que podrías pagar en otras partes del mundo”.

Adicionalmente, sobre las tarifas del servicio “el que llama paga”:

“…en la resolución ‘el que llama-paga’ de 1999 se establecieron tarifas efectivas durante seis meses, posteriormente a esa fecha se debió realizar una segunda revisión; pero no la hubo y estas tarifas se mantuvieron vigentes por 6 años. En 2004 se fijaron reducciones graduales del 10% cada año en ‘el que llama-paga’, lo cual tiene dos beneficios:

  • Al anunciar cuál sería la tarifa para los siguientes 3 a 5 años, automáticamente se genera certeza en el operador, principalmente en sus inversiones sabiendo cómo se comportará el futuro, respecto a los ingresos que va a tener.
  • Genera un incentivo al operador para que sea más eficiente y productivo año con año.

En este esquema vamos en una ruta del 10% gradual, lo cual va a colocar la tarifa de interconexión a un peso para el año 2010. Después de esa fecha no se tiene programado ningún panorama, algo que genera incertidumbre en la industria.

A solo unos meses de que se aplique la última reducción programada de tal tarifa, es una pena que la autoridad no haya intervenido en determinar reducciones adicionales que traigan los beneficios mencionados.

Las campañas políticas por Internet

Hace menos de un mes, Jorge Buendía, Director en Ipsos Bimsa, publicó un artículo en El Semanario titulado “El mito de la política por Internet“.
Si bien el ensayo se centra en el limitado alcance de Internet en nuestro país, hay un par de párrafos que son esenciales para el debate sobre la conveniencia
de regular a Internet como se hace con los medios de radiodifusión

Pero también debemos tener presente las diferencias de internet con otros medios de comunicación. A diferencia de TV o radio, donde el individuo es un actor pasivo que “recibe” el mensaje de anunciantes o partidos, en internet el individuo tiene un papel más activo. La única forma de evadir un mensaje en TV es cambiar de canal (y a veces eso no es posible con la publicidad virtual), pero en internet son los individuos quienes “aceptan” de antemano la información. Alguien puede recibir cientos de e-mails, pero si no los abre no recibe el mensaje, alguien puede recibir links a videos de You Tube, pero si no los abre tampoco los ve, etcétera. En radio o televisión el margen de acción es más reducido. El término “exposición a medios” no es fortuito.

Buendía finaliza aclarando que:

Otra diferencia importante es la repetición. En internet difícilmente alguien verá un video en más de una ocasión o leerá más de una vez un mensaje en contra de un candidato. En radio y televisión, por el contrario, la repetición es fundamental para persuadir al elector. Sin repetición es difícil persuadir. En suma, las campañas políticas por internet tienen un impacto extremadamente reducido. Son noticia pero resultan irrelevantes. 

Es fácil, con base en la experiencia y con el análisis de estos párrafos, el concluir lo que muchos mercadólogos políticos hoy ya saben a partir de las experiencias de la elección que llevó a Barack Obama a la presidencia: que las campañas políticas en Internet sirven muy bien para “encender a la base”, es decir, movilizar a aquellas personas que ya son partidarias de un candidato y no necesariamene para convencer al electorado para que cambie sus preferencias de voto.

 

 

La TV Digital y la Suprema Corte de Justicia

El día de ayer Milenio Diario me citó respecto a la posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia atraiga el caso del servicio HiTV.

Para Carlos Silva, secretario del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET), el problema va aun más allá, pues incluso en la misma política de transición hacia la Tv digital, México a diferencia de otros países, no tiene definido el motivo por el cual quiere emigrar a ella.

“El problema para la Corte es que nunca ha quedado definido por qué se quiere emigrar hacia la TV Digital, en España por ejemplo fue la necesidad de tener mas canales, en Estados Unidos por más servicios y más banda ancha, pero en México sólo se indica que por un mayor uso de las tecnologías”, dijo.

Me parece que en México estamos esperando demasiado de la Suprema Corte para resolver temas con tanto detalle técnico y que terminan ahí por no haber sido tratados correctamente previamente en las definiciones de política pública, regulación y, por supuesto, legislación.

La Política de Televisión Digital Terrestre (TDT) no establece un objetivo claro para realizar esta transición (lo cual previamente he comentado) que guíe acciones regulatorias o que sirva de precedente a la corte; el regulador, Cofetel, siempre encontrará descanso en las pocas facultades que la Ley le otorga para regular y sancionar y la legislación además de ofrecer poco detalle en el tema, enfrenta un futuro lleno de proyectos de Reforma a la Ley que generalmente ofrecen pocos detalles (de cualquier tipo, pero particularmente técnico) más allá de ser joyas de poesía legislativa que defienden generalidades como la Pluralidad, la Democracia, la Equidad de acceso a los medios y la defensa a causas políticamente correctas como las llamadas radio comunitarias.

La misma Corte, al opinar sobre la Reforma a la Ley de Telecomunicaciones de 2005 hizo poco en aclarar el proceso de otorgamiento y refrendo de concesiones, por lo que no podemos esperar que estos conflictos se resuelvan de tajo con una nueva intervención.

En mi opinión, servicios como HiTV son ilegales, si bien debo reconocer que el marco jurídico ofrece argumentos plausibles para que sus defensores opinen lo contrario. Desafortunadamente la Corte encontrará pocos fundamentos para de manera clara y definitiva darle la razón a una u otra parte.